lunes, 19 de marzo de 2012

Esto esta muerto.

Muerto. Muerto. Muerto...
Really?
En algún momento debimos de perdernos. En alguna parte se nos fue la cabeza. Sólo recuerdo que llore mucho rato y que me abrazaste como si en cualquier momento alguien viniese para arrancarme de tu lado. No sabes lo que me alivian tus abrazos. Aunque llore y grite a la vez mientras entierro mi cara en tu cuello, cuando siento tus brazos apretarme, parece que soy yo la que se muere.
No estamos muertos. Yo no me voy a ir. Seguiré el camino marcado, las pautas a seguir. Me he reconocido en el espejo esta mañana. Fría y calculadora, con un libro nuevo entre las manos y Muse retumbando a toda hostia por los auriculares. Quiero morderte la piel. Dejar las marcas rojas de mi uñas en tu brazo. Vuelve a embestirme con tus verdades, con tu agonía. Hazme daño, martirízame. A veces pienso que soy la víctima perfecta para cualquier maltratador, porque si tu lo fueras, no te dejaría ir. 
Ayer dejé bajo la jaula de Mordisquitos un papel. Decía, "Darksoul, eres lo más puro y brillante de este mundo". Hoy, al llegar a tu cuarto y sentarme en la cama lo he visto. Está en la pared frente a la cama, clavado con una chincheta. Se ven los cuadros de la hoja y el margen azul, pero sobre todo, casi he podido ver la enorme ilusión que te ha hecho encontrarlo y poder dejar ahí, a la vista del mundo, que te amo. Creo que para ti no hay nada más maravilloso que saber que te amo más que a nada

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