Me he perdido en una melodía continua. Parece que la letra la he escrito yo, porque es como si te estuviera cantando a ti. A veces siento que estoy hecha de cristal, y que me vas a resquebrajar. A veces parece que soy de papel, y me vas a desgarrar. Y sin embargo, pese a ese poder sobre mí que tienes, me quiero mantener en pie. Quiero tocar las estrellas, y sin embargo, prefiero tu pelo. Me gusta hundirme en el mar, y mirar los peces deslizarse por el agua, pero prefiero lo profundo de tu mirada. Y a veces me pregunto qué piensas. A veces me pregunto si piensas que soy bonita; o si tengo una sonrisa singular. A veces me pregunto si te fijas en mis gestos del mismo modo que lo hago yo con los tuyos. Y me siento como un rascacielos; imponente, firme, grande y lustrosos. Y sin embargo mis cimientos son tan frágiles cuando se trata de ti. Es como si por cada palabra que dices una viga de mi interior se tambalease. Y al final me acabare derrumbando. Irónica; sórdida; sarcástica; mala; psicótica; paranoica; celosa; cruel; fría; cálida; simpática; temerosa; segura; orgullosa; arrastrada; singular; gritona; callada; retorcida; natural; dormida; sonriente; llorona; encerrada; libre; soñadora; madura; irresponsable; testaruda; risueña; tierna; cariñosa; amorosa; pasional; sincera; mimosa; melómana; devoradora de libros; escritora empedernida; traviesa; atrevida; pervertida; retorcida; pedida; odiada; querida; amada... Da igual cómo sea. Da igual cuántas caras tenga, si no es para compartirlas contigo. Ya no quiero quererte, y lo hago. Enfermizamente. Te has colado en mis huesos, has desgarrado cada barrera y has atravesado mi alma.
Me he hundido en un par de melodías, todas parecen hablar por mí. Hay un vacío en mi pecho, como si de alguna manera hubieses arrancado algo. Yo no quería que pasase. Sabía que podría ocurrir, pero no quería. Pero no sé qué era; si era tu sonrisa torcida o tu pelo sedoso. No sé si era tu manera de hablar, o tu manera de morderme el labio. No sé si era porque me confiaste cosas o porque simplemente me escuchaste. No sé si es porque me separaste de mi pasado y me pegaste a tu mirada, pero me has enamorado. Con tu forma de mirarme. Y esos abrazos tan cálidos. Esa forma de hacerme sentir pequeñita pero especial. O esa forma de hacerme reír como una tonta enamorada. Una tonta enamorada. Yo. Que prometí que no volvería a reírme así, como una niña, lo vuelvo a hacer. A reírme de forma tonta porque la gracia tiene que ver contigo. Y cuando pienso en como abrazaste mis piernas y apoyaste tu frente sobre mi, tiernamente, dejándome hundir los dedos en tu pelo. Y cuando pienso en tu manera de agarrar mi cintura y elevarme hasta ponerme sobre tu hombro. Y cuando pienso en tu manera de mirarme, con algo de ternura, o simple cariño; o quizás algo de amor... Me dan ganas de reír y llorar. No tengo prácticamente nada que darte. Quizás un par de sonrisas, una caricia y algún beso. Quizás tres días en la cama, jugando como si fuesemos niños. Quizás cartas escondidas por tu cuarto. Quizás algún sign; o alguna canción. Quizás una sorpresa, como alguna visita inesperada. Quizás un beso en la frente para darte ánimos. Quizás podría haber apretado tus dedos, en una muda manera de decirte "te quiero". Quizás te habría robado un par de camisetas. Quizás te habría hecho fotos dormido. Quizás habría llorado alguna vez delante de ti; o alguna vez fingiese una sonrisa. Quizás te habría mentido sobre un mal día que he tenido.
Así que me quedan un par de canciones. Unas cuantas palabras. Cientos de recuerdos. Y miles de ilusiones. Tengo muchos planes; metas y carreras que ganar. Tengo ganas de vivir, de dejar de ser la oveja negra de la familia, y despegar. Tengo ganas de echarme la mochila al hombro y largarme. Un par de libros, unos cuantos discos, algunas fotos y una sonrisa. Pero ahora que no podré irme con tu mano agarrando la mía como tanto ansío, supongo que me iré con menos peso, pero también, sin tanto amor.